mayo 02, 2008

True life story


Julia se preocupaba mucho por lo que decian los demás y era muy religiosa, aunque tenia 60 años lucía relativamente jóven, pero ese no era motivo para comportarse diferente, todos los domingos sagradamente se colocaba su chal e iba a misa a las 7:00 am y estaba muy comprometida con las cosas de la iglesia, o con el cura, no estoy muy segura... lo que sé es que todo el tiempo vivía reprendiendo a sus nietas por salir un fin de semana con sus amigos, y las queria obligar a seguir el camino de Dios.

Que gente tan loca, seguramente actuaba así porque en su juventud no había bares tan divertidos, o sus papás no la dejaban salir, o porque su difunto marido alguna vez la golpeó por hablar con el vecino, en fin. Ella, al ver alguna de sus nietas con el novio, entraba en crisis, e inmediatamente la mandaba a llamar y la sentaba a su lado a rezar el rosario de rodillas, indudablemente había algo en su pasado que quería ocultar o debía pagar algun karma. Sólo lo sabe ella...

Todas las tardes estaba en su casa escuchando Radio María, llorando la perdida de su esposo hace 10 años, y rogando para que sus nietas no cayeran en la tentación, lo gracioso es que sus nietas tienen de 25 años hacia arriba, y ya tienen marido, aunque hay una que no, y esa es la que le ha sacado las canas que luce con algo de tristeza y orgullo, como diciendo, ¡mirenme!, ustedes dentro de poco van a estar como yo y no van a obtener la salvación recen, recen por sus almas, porque el cuerpo se queda, pero el alma es la que va a poner la cara allá con Dios.

Qué ironía que después de tantos años haya encontrado un hombre, joven y simpático que se enamoró de ella y se haya casado con él, ahora está de luna de miel con Luis, se fueron para el pueblo natal de ella, pues él quería conocer, y a visitar la tumba de su difunto esposo antes de encontrarse con él en el más allá. Cabe decir que Luis la transformó, a él le gustaba salir a bailar y a beber acompañado de su esposa, así que ella tuvo que empezar a acoplarse a ese mundo, al comienzo le parecía increible verse en fiestas y lugares para jóvenes, pero después se dió cuenta que lo disfrutaba más que ir a misa, y cada fin de semana, estaba muy lista a las 8:00 de la noche, porque eso sí nunca dejó de ser puntual, para salir con su esposo y sus nietas.