Lentamente mis esperanzas se consumen al no encontrar algo que me grite que estoy viva,
y poco a poco me voy acercando a ti, ahogada en súplicas para que por fin vengas por mi,
¿es acaso este mi fin?, esperar impaciente algo que no tarda en llegar, o que tal vez ya nunca vendrá? y mis sueños se ven truncados por ti, invisible ambición de libertad...
El camino a la verdad está escrito en tí, y sé que ese día, cuando más sola esté, estarás dispuesta a llevarme contigo para salvarme de todo aquello que está ahí, a punto de acabar con lo único bueno que quede en mi.
Las horas en soledad, en las que más cerca estoy de mi, cercenan mi mente como afilados cuchillos atravezandome suavemente, como si disfrutaran de mi aniquilamiento.
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